martes, diciembre 28, 2004

Al Estado llorando y con la patente monopolizando

Llama la atención que algunos argumenten que las patentes son una mera evolución de la protección del propio conocimiento que, tradicionalmente, se llevaba a cabo mediante el secretismo.

La patente, por tanto, sería una evolución natural (y coercitiva) de esta protección, más cómoda (y arbitraria) y eficaz (y liberticida), que premia al innovador (no siempre) y le protege de los aprovechados (competencia) y parásitos (otros emprendedores) que nos rodean.

Estas argumentaciones sonarían de lo más ridículo si cambiáramos "innovación" por "trabajo" e "imitar" por "explotar". Nos encontraríamos entonces con una situación en la que el pobre trabajador debe recurrir a la protección del Estado (y sus bondadosas patentes) para que su trabajo no caiga en manos de explotadores sin escrúpulos.

No seré yo quien ponga en tela de juicio la mayor eficacia de las fuerzas coercitivas del Estado para salvaguardar el monopolio de las ideas frente a otras medidas como el secreto.
Ni dudaré de la protección que proporciona frente a la competencia en comparación con otros factores que tiene el descubridor como el posicionamiento, el prestigio, un mayor conocimiento sobre el producto o una mayor facilidad y ventaja para continuar innovando sobre el mismo.

Lo que si pondré en duda, una vez más, es la legitimidad de semejante medida. Y es que uno es libre de innovar o no hacerlo, si cree que el fruto de su esfuerzo no le será útil, que no siga, pero que no pretenda recurrir al Estado para monopolizar ningún tipo de resultado en detrimento de la libertad del resto.

Respecto a los supuestos beneficios de las patentes sobre la innovación, aquí dejo otros cinco enlaces VI, VII, VIII, IX, X.
Siendo el X especialmente revelador sobre los perniciosos efectos del monopolio de las ideas.

jueves, diciembre 23, 2004

Contra el monopolio de las ideas

Manel, de Hispalibertas, continúa su defensa de las patentes de software. Voy a intentar exponer, con toda la claridad posible para un iletrado de ciencias como yo, mi opinión sobre el tema de las patentes. Opinión completamente opuesta a la existencia de las mismas.

A la hora de defender las patentes se emplean, habitualmente, dos argumentos.
El primero, se refiere a las mismas como protección de las ideas o ingenios fruto del trabajo del hombre. De una forma muy randiana se intenta proteger el reconocido derecho del hombre a poseer, y beneficiarse de, el fruto de su trabajo.
El segundo argumento, más utilitarista, defiende las patentes como incentivo a la investigación y el desarrollo científico y tecnológico.

A lo largo de los próximos párrafos intentaré desmontar estos argumentos, desde una óptica liberal, tratando de probar que ni son éticos ni prácticos.

Los liberales siempre hemos defendido la propiedad privada. Es más, la consideramos uno de los pilares de la sociedad. Ahora bien, habrá que plantearse porque esto es así. Según las teorías iniciadas por Locke el hombre en naturaleza necesita apropiarse de los bienes en su entorno para subsistir y es por ello que la propiedad es necesaria para evitar conflictos
A la hora de hablar de las ideas esta cuestión no tiene lugar. Las ideas no pueden ser consumidas ni son bienes escasos por tanto la utilización de una idea por un tercero no impide al creador su uso. No puede haber conflicto ni menoscabo y por tanto no tiene sentido esta protección.
Es por ello que intelectuales de la talla de Hume, Hoppe o Rothbard están de acuerdo en no extender los derechos de propiedad sobre los bienes intangibles.

Por todo ello, en conclusión, resulta difícil considerar ética la utilización de la ley, no para defender la propiedad de un bien escaso, si no para generar una escasez de forma artificial y, en la medida en que depende de la decisión de un organismo burocrático, completamente arbitraria
Y es que, como ya argumentó Bouckaert, la protección de las ideas ha de provenir de los derechos individuales. Las obras literarias, por ejemplo, pueden ser protejidas facilmente mediante contratos o licencias en los que se fijen los términos y condiciones de venta o distribución.

El segundo punto, por su naturaleza, es más complicado de rebatir. Como siempre, recurriré a Hayek, quien afirma en “La fatal arrogancia” (1988) que “los estudios realizados al efecto no han logrado demostrar que los derechos de patente favorezcan la aparición de nuevos descubrimientos. Implican más bien una antieconómica concentración del esfuerzo investigador en problemas cuya solución es más bien obvia, al tiempo que favorecen el que el primero en resolver los problemas en cuestión, aunque sea por escaso margen, goce durante un largo período de tiempo del monopolio del uso de la correspondiente receta industrial.

En la actualidad, en un mundo de alta tecnología y globalización y ante el vertiginoso progreso científico y técnico no creo útil ni necesaria la existencia de patentes.
Es cierto que las patentes suponen un suculento premio que puede motivar la investigación, pero a su vez, suponen un serio peligro. Una empresa no puede comprometer sus recursos en una investigación que pueda ser llevada a cabo antes por un rival. ¿Como dedicar años a una tarea que, por haber sido resuelta con una semana de antelación por un rival, termina en un callejón sin salida en el que no puedes amortizar mínimamente la inversión?

Empresas e instituciones parecen haber comprendido que la colaboración es más rentable y eficaz. Prueba de ello es la cada vez más frecuente utilización de estándares o la creación de grandes consorcios dedicados a la investigación y al desarrollo. El premio, no es el monopolio que proporciona la patente, si no la aparición de un nuevo producto o mercado del que todos pueden beneficiarse. La inversión total e individual se reduce y los tiempos de desarrollo se aceleran.
Es más, las patentes no sólo dan lugar a modelos de investigación menos eficaces si no que en numerosas ocasiones pueden servir para bloquear el desarrollo de una innovación. Una vez desarrollado el invento y adquirido el monopolio el productor pierde el incentivo de mejorar su innovación pues la competencia desaparecería hasta que surgieran nuevas lineas sustitutivas.

El caso de las patentes de software, pese a la tradicional debilidad de este tipo de patentes, es más sangrante aún si cabe dada su naturaleza.
Los estudios y argumentos al respecto (I, II, III, IV, V...) parecen bastante contundentes.

miércoles, diciembre 22, 2004

Resaca y responsabilidad

Son curiosas las cenas de empresa.
En algunos sitios se suelen hacer estos eventos por la tarde y en horario laboral. Es una forma de garantizar la asistencia y evitar problemas al día siguiente a los más fiesteros.
En otros, para nuestra "desgracia", se hacen de noche y con barra libre. Es habitual en estos casos encontrarse al día siguiente con compañeros resacosos o que acuden de "empalmada" a trabajar. El rendimiento es bajo, todos lo sabemos, pero tambíen sabemos hay que acudir a trabajar. Por supuesto, algunos juerguistas responsables, se reservan un día de vacaciones para no tener problemas al día siguiente.
Y es que en cualquier empresa, no aparecer el día siguiente de la fiesta, puede ser aceptado con mayor o menor benevolencia, pero siempre será objeto de una buena bronca.
Pero he aquí que, como siempre, nuestros políticos son la excepción. Parece que los representantes electos del pueblo soberano no son muy conscientes de la responsabilidad que supone legislar y gobernar un país.
Nada hombre, no se preocupen ustedes. Sigan durmiéndola.

martes, diciembre 21, 2004

Polonia: libertad en la red

La tendencia política liberal polaca continua dejándose notar.
Primero, en su apuesta por el comercio "online".
Ahora, en su oposición a las perniciosas patentes de software.

Liberales en conserva.

Me preguntaba un compañero progre porqué los liberales tenemos tendencia a aliarnos con los conservadores en lugar de con la izquierda "moderada" teniendo en cuenta que en muchos aspectos estamos más de acuerdo con estos últimos.

A simple vista parece evidente que en aspectos económicos los conservadores defienden algunas ideas liberales y que en cuestiones de derechos individuales la coincidencia parece ser mayor con parte de la izquierda.
Algunos, enarbolando la peligrosa bandera del utilitarismo, afirman que la única salida al liberalismo consiste en su alianza con los conservadores. El argumento utilizado por ellos es el mismo que yo empleé con mi compañero sin, he de decirlo, pensar demasiado: es más fácil que un conservador ceda ante el ideario liberal a que lo haga un socialista. Confieso que quedé menos satisfecho con la explicación que mi propio compañero.

A tenor de una entrada en la bitácora de Jóse Carlos Rodríguez he vuelto a reflexionar sobre el tema y continua habiendo puntos que me inquietan.
Hayek ya nos explicó en "Los Fundamentos de la Libertad" porqué no es un conservador y nos muestra con claridad las diferencias entre liberales y conservadores. Liberales y socialistas suelen caminar en sentido opuesto y los conservadores al, simplemente, preferir la inmovilidad, se alejan menos de las posturas liberales. Si bien algunos países como EEUU o el Reino Unido tienen una fuerte tradición liberal que los conservadores pueden ver con buenos ojos, muchos otros países carecen de ella. Uno de estos países es, ciertamente, España.

En palabras del propio Hayek "Por lo general, los conservadores reservan para la evolución del pasado la admiración y el respeto que los liberales sienten por la libre evolución de las cosas".
Es por ello que para los conservadores, por lo general, el proteccionismo y el intervencionismo económico no estan mal vistos, más bien, al contrario, siendo habituales las políticas anticapitalistas escudadas en caducas ideas que pretenden defender la industria nacional, el comercio tradicional o la tradición cultural. Nuevamente recurriré a Hayek "Esa repugnancia que el conservador siente hacia todo lo nuevo y desusado parece guardar cierta relación con su hostilidad hacia lo internacional y su tendencia al nacionalismo patriotero".

Si reflexionamos sobre cuestiones morales o científicas el panorama es aún más desolador estando dominado por un paternalismo profundamente arraigado.
Hay que recordar que a lo largo de las últimas décadas se han producido múltiples acontecimientos y descubrimientos que han tenido efectos tremendamente profundos en la sociedad: Las nuevas tecnologías, la genética, las drogas... Puntos estos en los que liberales y conservadores hemos entrado en conflicto por todo el mundo. Una vez más utilizaré las palabras del maestro: "Uno de los aspectos para mí más recusables de la mentalidad conservadora es su oposición, por principio, a todo nuevo conocimiento, por temor a las consecuencias que, a primera vista, parezca haya de producir... mortales al fin, tambíen los científicos se dejan llevar por modas y caprichos, por lo que siempre es conveniente recibir sus afirmaciones con cautela... al enjuiciar las diferentes teorías habremos de prescindir necesariamente de si las nuevas teorías chocan o no con nuestras creencias preferidas".

España aún esta fuertemente marcada por los 40 años de dictadura franquista y su opresivo estatalismo. Para los conservadores, en buena medida, esa es la referencia en numerosas cuestiones económicas: proteccionismo del sector primario, fuerte sector público, estabilidad laboral, defensa del pequeño comercio, dueto tradición-subvención, intervención de los sectores "estratégicos" etc.
Si entramos en otros ámbitos el panorama no es más alentador precisamente, primando la defensa (coercitiva) de las instituciones y valores tradicionales: oposición al matrimonio homosexual, la prostitución, las drogas o la eutanasia y apoyo a la Iglesia, los toros, el fútbol o los colegios profesionales. Por no hablar de la oposición a la investigación con células madre o el intervencionismo en la red.

Concluyendo. Nos encontramos en España ante dos opciones mayoritarias (socialistas y conservadores democristianos) que difícilmente van a poder acercarse a posiciones liberales.
Respecto a los socialistas no hay mucho que decir, su antiliberalismo es patente y esta profundamente arraigado en sus pilares ideológicos.
Y los conservadores... más de lo mismo. Los ocho años de gobierno de los populares son buena prueba de ello. Durante el primer mandato las medidas liberales fueron importantes y llamativas, la herencia felipista era dramática y se tornaron imprescindibles. Sin embargo, una vez estabilizada la situación económica y conseguida la mayoría absoluta en el 2000, el giro hacia la libertad fue interrumpido bruscamente. El Partido Popular tuvo la oportunidad, única en la historia de España, de sentar firmemente las bases del liberalismo en este país... y la desperdició. En lo que a mi concierne difícil será que les perdone y les conceda una segunda oportunidad.
Para mí, el camino esta claro, renuncio a la alianza con los conservadores, en España, al menos, no me parece viable ni saludable.
Tenemos, ante la ineptitud y el sectarismo del gobierno actual y el desgaste y desvarios de la oposición, una oportunidad única de introducir una opción netamente liberal en el panorama político. Esperemos que surja y sepamos aprovechar la ocasión.

lunes, diciembre 20, 2004

Refranes sin talante

Al contrario que otros compañeros de la red liberal no acostumbro a hacer mucho caso a las payasadas que con cada vez más asiduidad protagonizan los chicos del PSOE.
Esta vez no puedo contenerme.
Como se suele decir... por la boca muere el pez y es que a algunos el talante les da para poco.
Detrás de las zafias páginas de los genoveses y Aznar net se encontraba el jefe de gabinete de Caldera, Julio Pérez. Quien, para más inri, solía actualizarlas desde un despacho en el Congreso de los diputados.
Si hace unos días se desató una absurda y significativa campaña contra la COPE (a quienes, de paso, hoy han atacado) acusándoles de esconderse detrás de la web de gruporisa.com ahora resulta que su seguridad, a la hora de acusar, estaba basada en otro refrán que, sin duda, retrata a estos personajes aún mejor que el anterior y es que cree el ladrón que todos son de su condición.
Podrían aprender de las gentes de IU que, al menos, sueltan su sucia propaganda con bastante más estilo.
De todas formas, reseñar que no cabría descartar la participación de Polanco en el asunto, a fin de cuentas han quitado los contenidos de sus webs cuan fonoteca de la SER. Puede que en su estupidez crean poder borrar así sus huellas.
No deberian olvidar los muchachos del PSOE que lo poco agrada y lo mucho enfada y hace tiempo que sus majaderias han superado el umbral de tolerancia de una persona sensata. Pues si bien, de primeras, mueven a risa, si uno medita sobre el asunto, únicamente mueven al llanto.

(Actualización) Veo que no soy el único que no ha podido resistir la tentación:
La pagina definitiva
Carmelo Jorda
Libertad Digital
Ajopringue

jueves, diciembre 16, 2004

Stallman, en su linea

Ya he hablado anteriormente de la fatídica socialización y politización del SL y espero realizar pronto una entrada recopilatoria. Mientras tanto y tras descubrir a través de Barrapunto una nueva entrevista a Richard Stallman no puedo resistir la tentación de comentar la misma aunque no diga nada nuevo.

El titulo es bastante significativo "Cada programa protegido tiene un amo". Aunque desconozco si en Colombia es habitual la utilización de amo como sinónimo de propietario me parece claro que se está usando de una forma intencionadamente maliciosa (y nada adecuada) rememorando servidumbre y esclavitud. Más adelante en la entrevista se añade al respecto que "Tener la elección entre muchos programas privativos es no tener nada porque cada programa protegido tiene un amo y los usuarios quedan sujetos a él; la posibilidad de elegir un amo no me agrada mucho, quiero ser libre". Stallman tiene un extraño concepto de la libertad. Libertad implica ausencia de coacción. Y por muy propietario que sea el software nadie te obliga a utilizarlo o elegir uno en concreto (salvo, a veces, el Estado, pero esa es otra historia). Señor Stallman somos libres de elegir lo que más nos plazca o, incluso, crearlo nosotros mismos por tanto su argumentación carece de sentido. También su afirmación de que ""El software privativo es una manera de concentrar riqueza y entonces siembra la pobreza. El sistema de distribución privativo funciona sobre una escasez artificial, incluso siendo no monopólico, porque no respeta la libertad del usuario" resulta cuando menos desconcertante. Afirmar que el software propietario siembra pobreza es una idea bastante peregrina pues los procesos productivos únicamente pueden generar riqueza. La pobreza nunca se puede "crear" excepto destruyendo riqueza. La escasez artificial en el caso del software no existe desde el momento en que cualquiera puede crear y distribuir software como él bien sabe pues es un proceso al que ha contribuido personalmente.
Continúa el articulo ""El software libre es de conocimiento público"; así lo promueve desde los años ochenta Richard Stallman, al hablar acerca de este sistema operativo (nótese que ni distinguen entre SL y sistema operativo) al que defiende con la convicción de que solo a través de éste se conseguirá garantizar los derechos colectivos, más allá de los individuales".
Esta última apreciación me ha puesto los pelos de punta. Personalmente me cuesta creer que esto no sea una tergiversación o malinterpretación de sus palabras, pues de no ser así, mas que de Stallman habría que hablar de Stallinman. Los derechos individuales son inalienables, en palabras de Ayn Rand:

"Los derechos individuales no están sujetos al voto público; una mayoría no tiene derecho a votar la derogación de los derechos de una minoría. La función política de los derechos es precisamente la de proteger a la minoría de la opresión de la mayoría (y la menor minoría en la Tierra es el individuo)"

De todas formas, hay que reconocer que en la entrevista podemos encontrar afirmaciones interesantes como que "no estoy de acuerdo con la expresión "propiedad intelectual" porque es un término de propaganda que confunde las nociones de derechos de autor, patentes y marcas".
En los derechos de autor hay consentimiento (el copyright se acepta libremente en la compra) pero en el caso de las patentes este no existe (se pretende restringir la libertad de los demás bajo el argumento de haber registrado el primero).
También comenta que "La solidaridad no es inherente a la construcción de programas de software, no estoy de acuerdo con esto a pesar de que otros lo afirman". Efectivamente, uno puede tener infinidad de motivaciones para desarrollar SL (ganas de aprender, motivaciones económicas, ocio, fama etc.) y lo que me sorprende son esos "otros" incapaces de darse cuenta de esto.

El propio mercado es el mejor proveedor de SL y siempre han sido personas libres trabajando libremente (obsérvese la redundancia) los que han contribuido a este movimiento.

miércoles, diciembre 15, 2004

Suicidio y dignidad

Una vez más voy a dedicar una anotación para responder una entrada de redliberal sobre la eutanasia.
En este caso en ajopringue.
Dice Fidel refiríendose a la muerte asistida:

"¿Dignamente? ¿Qué tiene de digno el suicidio? Quitarse la vida por cualquier causa es todo menos digno"

Entramos con esta disquisición en un terreno complicado e íntimamente ligado al ámbito de lo moral.
Si bien, inicialmente, se hablaba de muerte digna como aquella que ponía fin a la vida de enfermos terminales prolongada artificialmente, no parece nada descabellado extender este concepto a los inválidos incapaces de servirse por sí mismos. Nadie dice que ser un inválido sea motivo de indignidad, esa interpretación sería, sencillamente, retorcida y maliciosa. Pero sobre el suicidio asistido nadie más indicado que el mismo suicida para decidir la dignidad o no de su propia muerte.

"¿Quién es más digno? ¿Aquel que se esconde y monta un circo nacional porque no le dejan suicidarse? ¿O los que luchan por salir adelante, demostrando unas ganas extremas de vivir y conseguir caminar algún día?"

No veo indignidad en ninguna de las dos decisiones. Ambas son libres y responsables y por tanto merecen respeto.

"no entiendo cómo le hacen una película a un suicida, tratándolo como a un heroe, antes que a un verdadero luchador"

Advierto que no he visto la película de Amenabar pero, a simple vista, la "heroicidad" de Sampedro no esta en su lucha por morir, si no en luchar por sus convicciones y por su libertad.
El ser humano es dueño de su vida (autopropiedad) y uno no tiene que dar cuentas del uso que dé a su propiedad (siempre que respete los derechos ajenos). Sampedro creía firmemente en este derecho y lo defendió hasta el final, eligió su lucha y la llevó hasta el final, por eso es digno de admiración.

No debemos dejar que el aura "progre" que envuelve esta película nos ciegue. La defensa de la eutanasia es la defensa de un derecho individual fundamental y, por tanto, es nuestra lucha.

Como decía Marco Aurelio, "una de las funciones más nobles de la razón consiste en saber si es o no, tiempo de irse de este mundo".

martes, diciembre 14, 2004

Iblnews, el antiamericanismo continúa

De sobra es conocido que mucha gente se limita a leer los titulares de las noticias o sus resúmenes. La búsqueda de titulares impactantes, en muchos casos, que no hacen honor al contenido de la noticia es un torticero recurso bastante habitual en los medios.
Iblnews titula en su portada una noticia así:

"A los europeos no les caen bien ni Bush ni los estadounidenses"

Y añade como reseña:

"7 de cada 10 personas encuestadas en Francia, Alemania y España tienen una visión negativa"

Evidentemente una vez leída la noticia la cosa cambia un poco. Parece ser que en Francia, Alemania y España casi la mitad de la población tiene una opinión desfavorable de los americanos y una clara mayoría en esos países no ve con buenos ojos la reelección de Bush. Aunque en el Reino Unido e Italia parece que los datos no son tan desfavorables y obviando que, probablemente, los tres países citados sean los más antiamericanos de Europa, los chicos de Iblnews afirman que es a todos los europeos a los que nos desagradan los yankis y aportan el dato menos favorable (7 de cada 10 no ven con buenos ojos la reelección) sin especificar a que medida correspondía.

Es de agradecer a los chicos de Iblnews su comedimiento pues no dudo que su primer impulso, dado su conocido antiamericanismo, fue el de redactar la noticia así:

A los europeos no nos gusta ni el bastardo de Bush ni los putos yankis

3 de cada 10 personas encuestadas en Francia, Alemania y España son unos cabrones fascistas

miércoles, diciembre 01, 2004

Bio-escépticos

Golan ha vuelto a tocar el tema de los biocombustibles aunque esta vez su respuesta no me ha gustado nada.
Y no me ha gustado, principalmente, por el airede mofa que he visto en su respuesta. Para empezar, el título de bio-gaitas me parece excesivamente peyorativo al igual que sus cursivas al referirse al "invento".
Evidentemente, un simple aire burlesco en la respuesta no tendría la menor importancia si no fuera porque va acompañado de unos argumentos que no terminan de convencer(me).

Golan continua obviando ciertas realidades (cualquiera diría que me ha tomado por una sandía demagoga):

En primer lugar, yo no hablaba de la agricultura en general sino de cultivos destinados a la producción de biocombustibles. En segundo, si se dejara al mercado ajustarse libremente, hoy no habría ni una hectárea agrícola dedicada a la producción de biocombustibles... Estados Unidos tiene probablemente la agricultura más productiva del mundo. Y aun así, nadie cultiva para combustibles salvo jugosa subvención.

El agricultor intentará producir de la forma que le sea más rentable. Le da igual producir cebada para cerveza o girasol para combustibles, la decisión dependerá del coste de producción y del precio y demanda. El problema actual es la demanda, con las necesidades actuales sobran agricultores y es por ello que se creó toda una “cultura de la subvención” para intentar suplir esta carencia de demanda. Mi argumentación, simplemente, consiste en afirmar que la demanda derivada de la producción de biocombustibles podría solventar el problema aumentando la rentabilidad del campo eliminando la "necesidad" (¿escusa?) de subvenciones.
Este último punto, el de las subvenciones para la producción destinada a biocombustibles, es el que provoca la rechifla de Golan.
A este respecto los motivos argumentados, hasta el momento, son bastante pobres. Se limitan a afirmar que en la actualidad esta producción no puede ser rentable.
Si bien la historia de los biocombustibles es antigua (no olvidemos que el primer vehículo de Diesel se propulsaba con combustible de cacahuete) todavía está en pleno desarrollo.
Si observamos diversos estudios comparativos sobre el costo de producción de biodiesel podemos sacar conclusiones muy interesantes. En estos estudios el costo de producción de biodiesel con productos vegetales frente al producido con petróleo viene a ser el doble.
Una mejora en estos procesos de producción y un aumento del costo del petróleo (ambos sucesos estan ocurriendo desde la realización de los cálculos anteriores: el costo de producción esta disminuyendo y el precio del petróleo subiendo) podría reducir considerablemente esta diferencia.
Hace un año la revista campo y motor de John Deere (siento no tener el enlace pero la revista no esta disponible online) trataba el tema y colocaba el precio de barrera del petróleo frente a los biocombustibles en torno a los 40$/barril. Aunque conviene no olvidar (como bien dice Golan) que esta producción esta fuertemente subvencionada, no parece disparatado pensar, dada la tendencia actual, que en el medio plazo estos combustibles pueden ser rentables sin necesidad de ningún tipo de ayuda gubernamental.

es cierto que muchos países podrían sacar mucho más rendimiento a la superficie que actualmente destinan a cultivos. Pero es que esa mejora la necesitan para otras cosas antes que para combustibles. Comer, por ejemplo. Y si mejoran su productividad agrícola lo suficiente, no les vendría mal en muchos casos reducir las superficies de cultivo.

Obviar que la producción de biocombustibles podría aumentar la demanda de este tipo de productos provocando, a corto plazo, un importante empujón para la agricultura del tercer mundo y, a medio plazo, la aparición de una industria basada en los biocombustibles (en muchos países subdesarrollados ya esta extendido el uso del etanol) me parece, cuando menos, una temeridad.

Otra cosa es, como decía, el uso de residuos biológicos como combustible, que me parece una excelente idea con mucho futuro y mucho sentido común.

Estoy de acuerdo en esto. Pero no veo la relación, igual que en la actualidad se utilizan diversos combustibles fósiles sería normal utilizar diversas fuentes orgánicas como algas, grasas animales o, como bien dices, residuos.