Patentes contra la innovación
Estamos acostumbrados a que las industrias que van volviendose más anacrónicas se resistan a desaparecer. Es un comportamiento normal, las organizaciones también pueden desarrollar su instinto de conservación. En ocasiones no dudan en emplear los más oscuros resortes a su alcance, otras veces, les basta con emplear el caduco sistema de patentes.
Esta semana hemos tenido un claro ejemplo:
"un juez ha ordenado a Vonage (el proveedor de VoIP más importante de EE.UU.) que deje de usar la "tecnología" (léase "concepto patentado") de Verizon que permite trasladar llamadas VoIP a líneas convencionales"Un caso evidente en que la patente no recompensa ningún esfuerzo, no estimuló la investigación y, además, provocará un claro perjuicio a los consumidores, dificultará la competencia y entorpecerá el desarrollo del sector.