Si bien algunos sectores de la izquierda se
quitaban la careta respecto a las creaciones libres no ha tardado mucho en llegar la respuesta de la izquierda empeñada en
socializar los movimientos de "desarrollo libre".
Con "desarrollo libre" no pretendo referirme únicamente a los movimientos que promueven el "software libre" o las "creaciones comunes", si no a ese movimiento de personas que nos oponemos a las patentes (en tanto en cuanto suponen una clara agresión a la libertad individual y un probable freno al desarrollo) y que aunque respetamos los derechos de autor preferimos las creaciones abiertas.
La verdad es que llama la atención que acérrimos defensores del socialismo y del comunismo pretendan defender y promover movimientos libres.
Para empezar, estos movimientos nacen expontaneamente. En algunos casos surgen de la voluntad de un sólo individuo interesado por algún tipo de creación. Un ejemplo de esto sería el comienzo del nucleo de linux a manos de
Linus Torlvalds. Posteriormente el proyecto fue ampliandose con contribuciones que otros desarroladores aportaban voluntariamente. En otros casos surgen del libre acuerdo entre diversos individuos con un objetivo común. Como en el caso de la música de los
Stormy Mondays.
Es cierto que una persona víctima de la propaganda podría ver estas creaciones al alcance del socialismo y compatible con sus rasgos ideológicos. Pero si analizamos en profundidad estos esquemas de desarrollo y los comparamos con los propios del socialismo veremos que en multitud de aspectos son diametralmente opuestos.
Para empezar el socialismo propugna la socialización de todo (y todos) en manos del Estado y afirma que deben ser políticos y burócratas al servicio del pueblo los que deben guiarnos. El socialismo es dirigista y defiende la planificación como el mejor método para aprovechar los recursos y fomentar el alcance de metas colectivas. Por el contrario, los desarrollos libres no surgen de ninguna voluntad general impuesta desde el estado si no que se basan en la iniciativa y criterio individual de los desarrolladores en busca de sus propias metas (que podrán estar al "servicio de la humanidad" o no).
El socialismo no cree en la propiedad privada y por tanto nunca podrá respetar la voluntad de los autores ya que esta no existe, se diluye en la voluntad "del pueblo". Un autor no sólo no podría decidir la forma en que licencia y publica su obra si no que puede perder el control por completo de ella siempre que "el pueblo" así lo decida. Es cierto que en el mundo de los desarrollos libres se puede modificar una creación, es más, en multitud de ocasiones surgen divergencias dentro del grupo de desarrolladores dándose lugar a forks y proyectos paralelos. Sirva de ilustración la historia de
como surgió openbsd a causa de las divergencias entre sus desarrolladores.
¿Que sentido tendría un desarrollo libre dirigido por políticos visionarios y llevado a cabo por una legión de burócratas a las ordenes del estado? ¿Como podría un desarrollo ser libre si la voluntad de sus creadores ha de ser sometida a los deseos del "pueblo"? ¿Como se podría fomentar la innovación si no pudiese cualquiera desarrollar según su propia intuición o capricho?
No me cabe duda de que el socialismo sea capaz de generar creaciones de libre acceso pero nunca, en ningún caso, será capaz de llevar a cabo desarrollos libres. Si a algo se parecen los desarrollos libres no es al socialismo si no al anarquismo individualista y liberal, por lo que tienen de libres y espontaneos, surgidos de la interacción voluntaria de sus desarrolladores y respetuosos con las decisiones individuales de los desarrolladores y la preservación del dominio sobre sus obras.
¿Quien me iba a decir que tardaría más de un año en poner fín a
la socialización del software?.