La razón se hace eco de un articulo de
New Scientist y aprovecha para explicarnos mediante un artículo dantesco lo perjudiciales que somos los humanos para la salud:
El ser humano es un animal voraz. En cuestión de unos miles de años, hemos engullido más de un tercio de la superficie terrestre entre ciudades y cultivos, además de empujar a la extinción a miles de especies y contaminar campos, ríos y océanos.
Increible...
¡Si es que somos peores que el tabaco!
La polución lumínica que ahora afecta al 85 por ciento de los cielos de la UE se desvanecería casi de inmediato.
Quien lo iba a imaginar, si el hombre desapareciera... ¡se apagarían esas malvadas luces que nos torturan por las noches impidiendonos disfrutar de las estrellas!
Con la desaparición de los humanos, la Tierra recuperaría el pulso a toda velocidad.
Pues nada, ya está tardando la ONU en hacernos desaparecer a todos, antes de que se le pare el corazón a la pobre Tierra. Y el último que no se preocupe de apagar las luces, ya se apagaran solas las malditas...