Internet libre o el miedo al mercado
Así muere la libertad, con un estruendoso aplauso - Senador Palpatine
He de reconocer que los comentarios que me han hecho Enrique Dans y El Tendero Digital a raíz de mi anterior post me han dejado completamente patidifuso. Pasemos a analizarlos con un poco de detalle.
Afirma Enrique ser "...un profundo defensor de la libertad del mercado. Pero partiendo del uso del sistema establecido, del respeto a las reglas constituyentes, no cambiando su funcionamiento ni la naturaleza del canal." Es decir, que a Enrique le gusta la libertad de mercado pero (porque será que siempre hay que ponerle peros al mercado) siempre que esa libertad no vaya en contra de su particular y holística idea de Internet. Es más, incluso afirma que "Internet es como es, completamente indiferente a la naturaleza de lo que circula por él. Es su principal elemento constituyente. Internet, señor Dans, no es nada más que un extenso conjunto de máquinas interconectadas a nivel mundial mediante un protocolo común, el famoso Internet Protocol (IP), y donde cada proveedor de infraestructuras se ha ocupado siempre de su "parcela", no en vano Internet es también llamada la red de redes. Pretender atribuir elementos constituyentes a Internet al margen de la realidad no creo que nos lleve a ninguna parte y si, además, lo que perseguimos es imponer enfoques particulares mediante la ley, lo que hacemos es abrir una peligrosa puerta al totalitarismo y al intervencionismo en la red.
Lo peor de todo es que la polémica a cerca de los bits de primera y de segunda es un auténtico sinsentido, el tiempo de transmisión de la información a través de la red depende de infinidad de factores, en la actualidad estamos acostumbrados a que sea el ancho de banda el principal factor limitante a la hora de transmitir información. Es más fácil ver un video de youtube con un adsl de 1Mb que intentar hacer lo mismo con un modem de 56kbps, sin embargo, a nadie en su sano juicio se le ocurre hacer planteamientos demagógicos a cerca de que unos bits son más iguales que otros. ¿A caso los privilegiados enlaces frame-relay no son parte de Internet? Repito, no abramos vías de entrada al intervencionismo y lo burocracia que luego no hay quien las cierre. Las leyes, ya se sabe, las carga el Estado.
Pero no ha sido esto lo que más me ha sorprendido, si no el error de bulto que han cometido ambos al pasarse por el forro los derechos de propiedad de los proveedores de infraestructuras. Afirma Enrique que "me parece sorprendente que un planteamiento liberal acepte que las propietarias de la infraestructura, de los p**os cables, sean los que pongan las leyes y repartan los carnets de quien va a poder ir más rápido o más lento." ignorando que las empresas no hacen leyes, si no que ponen condiciones de uso que nosotros, como consumidores, decidimos libremente aceptar o no. Eso de decirle a las empresas como deben administrar su patrimonio es más propio de otro tipo de gentes.
El Tendero, a su vez, comenta que "...tal vez el problema aquí sea definir la propiedad, el dueño del cable es dueño del servico de transporte de bits, no de los bits que pasan en ese momento por el cable. Es como si defendiésemos que el dueño de la autopista es dueño de la mercancia de los camiones que en ese momento pasan por ella." pretendiendo hacer pasar por buena una confusa falacia que, además, dada la naturaleza pública de las carreteras, es especialmente peligrosa. Nadie habla de que los proveedores de servicios se apropien del tráfico y puedan hacer y deshacer por capricho, pero es evidente que están en su derecho de ofrecer a sus clientes las condiciones que consideren adecuadas ¿por que no realizar la comparación con los servicios privados de mensajería? ¿a caso no existen envíos urgentes? ¿no hay servicios de valor añadido ligados a sus envíos? ¿se apropian estas compañías de los envíos de sus clientes?
Y es que viendo la propia bitácora de El Tendero uno no encuentra más que argumentos contra el libre mercado plagados de prejuicios "Pero imaginemos que su competidora El Camión Pesado S.L. lo que hace es pagarle a la dueña de la autopista, para que cuando los camiones de
Internet es una estructura terriblemente abierta y flexible y por ello conviene rechazar este tipo de planteamientos intervencionistas ya que no sólo son demagógicos si no que tiran por el retrete cualquier enfoque praxeológico y liberal del mercado de las telecomunicaciones. Mediante afirmaciones del tipo "Si el broker quiere un canal más rápido, o el músico un canal en el que los paquetes que "huelan" a música sean censurados, son muy libres de construirse una red privada y de poner en ellas las reglas" estamos negando el verdadero poder de los consumidores (¿de verdad alguien cree que un proveedor que castrase a sus clientes podría sobrevivir en un mercado libre?) y la esencia del mercado como coordinador y descubridor de necesidades y servicios. Cada usuario de Internet tiene sus propias motivaciones y los proveedores de servicios deben ser libres de intentar ajustarse a estas demandes como mejor les parezca. Pretender construir una Internet al margen de las relaciones de los usuarios con sus proveedores no sólo no es práctico si no que nos acerca a posturas burocráticas y dirigistas tremendamente peligrosas. Recordemos que la persecución de una mayor libertad global mediante la limitación de la libertad individual nunca ha dado buenos resultados.
1 Comentarios:-
Ignacio said...
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- 4:27 p. m.
Llevas la razón
no te deejes apabullar.
El problema es que la gente da los conceptos e incrusta su definición en ellos, normalmente una definición deseada, mas que una definición real.
"la Paz es la asuencia de violencia"
Es mentira.
La pPaz es un estado íntrimo de las personas.
A escala social, "la paz" es la asuencia de guerras. Y nada más.
Todo lo demas demagogia.
Sigue así.
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