La trayectoria del perro
La determinación de la trayectoria de un perro que persigue a una liebre es un problema de cálculo clásico que casi todos los ingenieros hemos tenido que resolver en nuestro paso por las escuelas técnicas. La premisa fundamental es que el can seguirá a su presa siempre derecho hacia donde esta se encuentre en cada instante. Este camino es intuitivo, pero no es el óptimo. Un cazador inteligente se dirigirá hacia algún punto por delante en la trayectoria de la liebre, acortando de esta manera la distancia efectiva.
Noah Nissani utiliza esta analogía, que por otra parte se podría usar en otros campos de las ciencias sociales, para explicar como muchas ideas económicas erróneas se basan en razonamientos superficiales. Después llega el político de turno que las aplica, a veces a sabiendas de su carácter pernicioso, por populismo (ej.: salario mínimo:) o por presión de algún lobby.
Un ejemplo de esto último lo tenemos en las restricciones al libre comercio de productos textiles que China se ha autoimpuesto tras recibir presiones por parte de EEUU y de la UE. Incluso algunos “políticos liberales" – ¿oxímoron? – han defendido esas acciones en Bruselas. Pero a pesar de que algunos no se enteren, los liberales de verdad no apoyamos estas medidas pues sólo favorecen a la parte más obsoleta de la industria, mientras que los consumidores no nos beneficiaremos de los baratos productos chinos ni del aumento de la competencia que conllevarían. Además, como vemos, el proteccionismo es una piedra en el camino de los países en desarrollo.
La trayectoria del perro en este caso es la deseable la defensa de los empleos nacionales, pues es el mejor argumento de los que esgrimen estos nuevos mercantilistas. Pero limitar el libre comercio sólo sirve para aplazar el problema, porque no se pueden subvencionar para siempre las industrias obsoletas. Porque el proteccionismo no es más que eso, otra forma de subvención pagada con el dinero de todos los ciudadanos.
Al final de lo que estamos hablando es de globalización. Aunque ahora se hable mucho de ello, el fenómeno no es nada nuevo. Cuando las fábricas de automóviles se deslocalizaban hacia España nadie ponía el grito en el cielo. Tampoco he oído a nadie quejarse del inmerso mercado que China ofrece a los exportadores occidentales. Como ha señalado Juan Ramón Rallo en sus entradas sobre el tema, el problema es que todo ese proteccionismo ha atrofiado el instinto competitivo de la industria occidental, y en particular de la europea que conocía perfectamente el calendario de apertura de la UE al textil exterior.
No cometamos otra vez los errores del pasado y tengamos en cuenta que como bien explica explica Johan Norberg Globalisation is good. Parece que algunos empiezan a dar pasos en la dirección correcta, aunque hay cosas que no cambian.
2 Comentarios:-
Drosophyllum said...
-
- 10:18 a. m.
-
Anónimo said...
-
- 11:09 a. m.
El problema es cómo explicar a la gente que no importa que se pierdan puestos de trabajo en empresas improductivas y obsoletas y convencerlos de que eso es lo mejor a medio plazo, pues en lo inmediato te encuentras con un grupo de trabajadores que pierden su fuente de ingresos (en el empresario normalmente nadie piensa, puede que también se quede sin trabajo, pero en su caso da igual). Este es un muro con el cual ya he chocado varias veces y que no es fácil de saltar argumentariamente: se trata de oponer el beneficio futuro a un perjuicio inmediato, ya que casi nadie ve el beneficio actual de los precios bajos en las mercancías.
Tengo claro que subir aranceles y poner cuotas de importacion no es liberal pero hay que tener en cuenta que el yuan no se mueve segun el libre mercado.¿Se puede ser liberal si los demas no lo son?¿Como se fuerza a los demas a ser liberales sin dejar tu de ser liberal y sin invadir militarmente a nadie?
En otro orden de cosas,Barroso a quien tenia por liberal sehadestapado como corrupto y por estar a favor del gasto publico.¿Es que en la practica no hay liberales?
Publicar un comentario
<< Home