Bienes publicos

Aprovechando la interesante discusión que ha surgido en los foros de Mercado Libre a cerca de los bienes públicos, tras unas merecidas vacaciones, pongo las teclas a trabajar antes de que nuestra inactividad haga que nos purguen de mi querida redliberal.

La clave del asunto está en una cita de Rodríguez Braun (Estado contra mercado) rescatada por Hoyu:
"Los bienes públicos se caracterizan por lo que en el lenguaje económico se denomina "no rivalidad y no exclusión". No rivalidad, porque el consumo de una persona no disminuye la cantidad disponible para otra, una vez que el bien ha sido producido. Y no exclusión porque no se puede impedir que alguien disfrute de ellos y no cuesta nada añadir una persona más.
Pensemos en un faro: una vez que su luz se enciende cualquier barco puede verla sin impedir que la vea otro, e impedir que algún barco concreto se beneficie del faro tendría costes prohibitivos."

El problema de la mayoría de los bienes públicos que se ponen de ejemplo en estas discusiones es que se dan sobre... ¡otros bienes públicos!
El problema no son las farolas, los faros o los riegos, son las calles, el mar y los parques.

Y es que discriminar la utilización del alumbrado pasa por discriminar la utilización de las calles. Evidentemente esto puede ser muy complejo y costoso. Supongo que hace 30 años cobrar por aparcar los coches en la calle sonaría a ciencia ficción pero a día de hoy la zona azul es algo normal (hablando de zona azul, gran ejemplo de monopolio público e ineficiente) e incluso ¡existen peajes para acceder a las ciudades!

Pensemos en los quitamiedos de la M-40 ¿como cobrar por ellos? ¿como discriminar su uso? Difícil, parece obvio que la solución pasa porque el estado se haga cargo de ello. Sin embargo este problema no se da en las autopistas de Cintra.

Perfeccionar los sistemas de pago es cuestión de ingenio y tecnología.
¿Llegará el día en que podamos pagar por transitar por la "vía pública"? Es posible.
¿Significará el fin de las farolas y los árboles? No lo creo.