martes, septiembre 13, 2005

Planificación y caos

Con la reanulación del curso escolar las ciudades recuperan su ritmo normal y su caótico tráfico cotidiano. Como receta para la felicidad y una vida más longeva, recomiendo desayunarse cada mañana una dosis extra de paciencia y buen humor.

Los problemas de espacio de las urbes modernas, ya sea para habitar, para recrearse o para desplazarse, son paradigmáticos de los resultados de no permitir que los mecanismos del mercado actúen sobre el bien escaso que es el suelo. De hecho, el problema es doble, ya que con frecuencia no se respetan los criterios de los planificadores y se someten a decisiones políticas e intereses económicos particulares.

Madrid es una ciudad rodeada de erial donde nunca deberían surgir problemas de suelo. Sucesivas administraciones locales y regionales han permitido un desarrollo urbanístico desbocado, incluyendo zonas que en su momento fueron reservadas para ser los pulmones verdes del Madrid del siglo XXI, sin molestarse en mejorar acordemente las dotaciones de transporte necesarias.

Todo esto ha hecho necesario, entre otras cosas, remozar la vieja M-30 que fue pensada para un volumen de circulación mucho menor del que ya soporta. Y eso debe hacerse con la mínima afección al tráfico que no puede ser cortado.

Uno de los responsables de estas obras es Manuel Melis Maynar, delegado de infraestructuras del ayuntamiento de Madrid. Melis es bien conocido en el mundo de la ingeniería civil por ser la persona que más sabe de geotecnia de España. Pero todavía se le conoce mejor por ser una persona sin pelos en la lengua. Hace un tiempo abrió una página web (www.tuneleros.com) en la que pisó tantos callos que al final tuvo que limitar el acceso a sus alumnos de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Sin embargo algunos contenidos siguen abiertos. Aquí podréis conocer algunas de sus opiniones sobre el proyecto de la M-30.

Como motivo de reflexión final os dejo esta imagen y su comentario, todo amistosamente fusilado de tuneleros.com. Gracias Melis.

Puerto del Manzanal

Este es el resultado de intentar ahorrar en las infraestructuras. No hay muchos países que se puedan permitir estos lujos, y desde luego España no puede. (foto MMM)