Independencia del País Vasco, Yo voto Sí
Supongo que más de uno se sorprenderá por mi apoyo a la realización de dos referéndum secesionistas, uno a nivel nacional y otro a nivel autonómico, y mi decisión al respecto de votar sí a la independencia del País Vasco. A nivel nacional la pregunta podría ser algo parecido a “¿Acepta la independencia de las regiones del País Vasco que así lo decidan en referéndum?” y a nivel autonómico similar a “¿Quiere independizarse de España?”.
No, no se trata de un arrebato nazionalista. Tampoco es a causa del cansancio que me causan las reivindicaciones de ciertos partidos o la nausea que me provocan ciertos métodos y actitudes. Ni siquiera me escudaré en el derecho a la autodeterminación, pues sólo creo en la autodeterminación del individuo y no de los pueblos. No, simplemente es todo fruto de una pequeña reflexión que me ha mostrado que es el mejor camino a seguir.
Y es que ante semejante referéndum sólo veo cuatro escenarios posibles:
En el primero de ellos, tanto a nivel autonómico como nacional ganaría el No. En este caso, salvo una abrumadora victoria del No en el País Vasco, sería cuestión de tiempo volver a las andadas y que la acción de las ikastolas y la migración (forzada) continua de no nazionalistas diera lugar a que ganará el Sí. Estaríamos por tanto ante el segundo escenario posible.
Vence el Sí en el País Vasco y el No en España. Los partidos independentistas se considerarían (aún) más legitimados para hacer de las suyas y la situación se volvería insostenible. No me aventuraré a intentar prever lo que sucedería pero, desde luego, tengo claro que no sería nada bueno.
Por el otro lado, tenemos otros dos posibles resultados. Vence el Sí a nivel nacional y gana el No a nivel autonómico. De esta forma quedarían ridiculizadas las pretensiones nazionalistas que tardarían mucho tiempo en recuperarse. Todos conocemos la falta de vergüenza de la clase política pero esta claro que este resultado sería un varapalo tremendo y desarmaría por completo a muchos victimistas y pedigüeños.
El último resultado posible sería el doble Sí. En caso de suceder esto, habría que llegar a algún tipo de solución que concediera a medio plazo la independencia a ciertas zonas donde hubiera ganado el Sí con (por ejemplo) más del 50% del electorado (que no del voto) que imagino podría ser la mayor parte de Guipuzcoa, buena parte de Vizcaya y algo de Alava o Navarra, no sería fácil y siempre quedarían tensiones por cuestiones territoriales. Pero ya sería un problema de política exterior y en casa se podría lograr cierta estabilidad.
Por tanto, de los cuatro escenarios posibles, me quedo con los dos últimos y por ello votaré Sí, si surge la ocasión.